Shangri-La Frontier - Episodio 16

05.02.2025 08:04 Uhr – 9 Minuten Lesezeit
Von Stefan Dreher

Es la primera vez en mucho tiempo que un episodio se dedica exclusivamente a la pelea. Aunque la estrategia general para este jefe es mucho más sencilla de lo que esperaba, no fue para nada menos entretenido.

La coreografía sigue siendo precisa, pero desde el principio se siente la desesperación de los personajes. No creo haber enfrentado jamás una pelea de jefe en un videojuego que tratara más de sobrevivir que de contraatacar activamente.

Esto crea un tipo de presión mental completamente diferente —como si te dijeran que corras sin saber dónde está la meta. Cada vez que flaqueas (o, en este caso, el jefe te golpea), se siente mucho más difícil recuperar el ritmo, pero me alegra que todos se estén divirtiendo un poco con esta pelea de jefe, precisamente por su singularidad.

La supervivencia sobre la ofensiva

Este episodio también deja claro que este es probablemente el mejor —si no el único— intento para tener éxito, dada la enorme cantidad de recursos que deben invertirse en este plan.

Me encanta la idea de que Arthur podría haber arruinado la economía de este videojuego él solo, comprando todos los objetos de resurrección increíblemente raros de todo el país, solo para esta pelea de jefe.

Si bien la serie podría haber destacado aún más la moneda para realmente enfatizar el costo de todas las inversiones, se insinúa que, en estos juegos de acción en tiempo real, la mayoría de los objetos de resurrección son raros o vienen con ciertas estipulaciones. Y luego, gastar tanto dinero al final para obtener mejoras de habilidad temporales que te mantienen en el juego fue un buen detalle.

Katzo y la economía del juego

Me hubiera gustado ver más a Katzo como luchador en este episodio. Si bien se mostró más de su rapidez mental, y fue divertido que su mejor solución para lidiar con el jefe fuera aferrarse a su cara, a medida que las cosas se vuelven cada vez más caricaturescas, la pelea pierde parte de su tensión.

Afortunadamente, logran apenas recuperar esa tensión para cuando el equipo entra en la tercera fase de la pelea de jefe —que supongo será la última.

Aquí empezamos a ver la armadura resquebrajarse, literal y figuradamente, pero la pregunta sigue siendo: ¿qué descubriremos bajo la superficie cuando todo esté dicho y hecho?

Este artículo, publicado originalmente en alemán, fue traducido con asistencia técnica y revisado editorialmente previo a su publicación. Ver artículo original (Alemán)