Shangri-La Frontier: Episodios del 1 al 3
Nunca pensé que un anime sobre un tipo semidesnudo correteando en un RPG de acción de mundo abierto con una máscara de pájaro azul me cautivara tanto. A veces, uno solo quiere disfrutar de una aventura de ritmo vertiginoso y excelentemente animada, y eso es precisamente lo que Shangri-La Frontier parece ofrecer. Para empezar, esta serie es preciosa.
Todo se siente un poco como Sword Art Online
Los contornos gruesos de los personajes y los colores brillantes de alto contraste hacen que todo destaque. La interfaz del juego se siente como una versión más pulida de lo que la gente amó de Sword Art Online hace más de una década. ¡Vaya, ¿en serio ya pasó más de una década?! Y la coreografía de acción está un paso por encima de lo que me he acostumbrado a esperar de series similares.
Todo esto se envuelve en una historia que, hasta este punto, podría decirse que no tiene mucho desarrollo. Pero, para ser honesto, es como un soplo de aire fresco comparado con lo que hemos estado viendo en los animes centrados en videojuegos durante la última década.
Sunraku, el gamer hardcore
No me describiría como un gamer hardcore, pero sí juego una mezcla bastante sólida de títulos AAA modernos y juegos retro. Este año empecé a coleccionar juegos retro y redescubrí muchos títulos antiguos con fallos. Juegos que están técnicamente desactualizados pero que aún conservan su encanto.
Estas experiencias me han ayudado a identificarme con lo que creo que nuestro protagonista, Sunraku, intenta hacer. Es un gamer al que le gustan los desafíos.
Le gusta sumergirse en un juego que está vehementemente en su contra, desde las mecánicas de juego hasta la progresión de la historia, y superar esas dificultades. Como si constantemente intentara vivir su propia historia de superación.
Entonces, ¿qué pasa cuando pones a una persona acostumbrada a jugar títulos con fallos en un videojuego realmente bien equilibrado? Lo que obtienes es una explicación bastante única de por qué nuestro personaje principal es especial y diferente de los otros 30 millones de jugadores conectados a este juego.
Pero esa ni siquiera es la mejor parte de la serie. Lo que realmente me gusta de Shangri-La Frontier es que no hay grandes riesgos en juego. Solo estamos viendo a un tipo hiperconcentrado jugar un juego bien elaborado.
Ha muerto, se ha sobrestimado y se ha encontrado en situaciones de juego muy identificables. Pero no hay una amenaza global para el mundo o su bienestar.
Las consecuencias que ocurren en el juego son las mismas que ocurrirían en cualquier otro juego. Me doy cuenta de que podría sonar aburrido, pero para mí, es muy refrescante y con lo que es fácil identificarse.
IA "inteligentes"
¿La idea de recorrer los bosques en busca de objetos raros o puntos de experiencia incluso antes de llegar al primer pueblo? ¿Encontrarse con una criatura mítica de la que solo habías oído hablar o especulado en línea? ¿Y vivir para contarlo?
Dado el aumento explosivo de popularidad de juegos como Elden Ring o Baldur's Gate 3, siento que este es el anime perfecto para los gamers. Porque todos estos son escenarios muy identificables.
Hay que admitir que existen algunos elementos que presagian algo potencialmente más grande ocurriendo en segundo plano.
Se presta mucha atención al hecho de que los NPC parecen mucho más sofisticados que la IA estándar. Y sí que obtenemos algunos atisbos de la compañía que produce el juego.
Conclusión
Podría ser que terminemos tomando el camino habitual, pero por ahora, solo quiero apreciar la serie por lo que es. Es divertida, un poco absurda, fácil de identificarse con ella y es más intensa de lo que necesita. Pero se ha ganado mi respeto, al menos después de solo tres episodios.