
Shangri-La Frontier - Episodio 11

La primera mitad de este episodio resume a la perfección por qué me ha encantado tanto Shangri-La Frontier, y por qué no siempre son necesarios los desafíos a vida o muerte para contar una historia convincente.
Perderse en misiones ocultas, enfrentarse a jefes superpoderosos, descubrir armas completamente nuevas que superan con creces el nivel del jugador… todos estos son elementos que contribuyen a la naturaleza cautivadora de los RPG de mundo abierto.
Al consumir buen contenido multimedia –ya sea un videojuego o un anime–, uno puede sumergirse tanto en el mundo que olvida por completo que no es real.
Cuando el jefe conejo forja estas armas mientras canta la canción, acompañado de una hermosa banda sonora de fondo, me da absolutamente igual estar viendo una cinemática, porque mi curiosidad y mi conexión con este mundo superan cualquier pensamiento que pudiera interrumpir la inmersión.

Y entonces, cuando aparece la interfaz y te das cuenta de que el arma ni siquiera es utilizable, esa realidad se desmorona de repente – y no puedo evitar reír.
Este episodio fue más bien una puesta en escena. Hay muchas pistas sutiles sobre la importancia de este misterioso encuentro y la probabilidad de que involucre a un PNJ no muerto con una trágica historia de fondo. Esta sería una oportunidad perfecta para entrelazar el trasfondo del mundo en algo que también podría tener implicaciones en el mundo real, ya que Arthur está planeando algo.
Esta lucha va mucho más allá de simplemente farmear puntos de experiencia o la mera presunción, basándonos en los breves vistazos que tuvimos de Arthur solo en episodios anteriores. El episodio fue tan exitoso que reavivó mi entusiasmo por la serie.