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Este arco argumental es, sin duda, uno de mis favoritos en los primeros episodios de la serie, justo donde creo que la serie realmente encuentra su ritmo. Tiene todos los elementos distintivos: una especie de disciplina de combate de algo que no es ni debería ser un arte marcial, personalidades desmesuradas, malentendidos desternillantes, Ranma y Ryoga discutiendo como un matrimonio de toda la vida, y Ranma y Akane explorando con torpeza sus sentimientos mutuos.
Esta vez, el peculiar "arte marcial" gira en torno al patinaje artístico, algo que, en la vida real, acabaría rápidamente con alguien sangrando en el hielo porque, ¿sabes lo afilados que están esos patines?
La historia comienza con Akane dejando accidentalmente a P-chan, su pequeño compañero, olvidado en el hielo. Mientras ella no está, Azusa Shiratori lo "rescata" y le da inmediatamente un nuevo nombre: Charlotte. Azusa quiere llevárselo a casa, pero sus planes están a punto de ser frustrados por su compañero de patinaje artístico, Mikado Sanzenin.
Cuando Ranma le lanza posteriormente una torta de pescado por intentar besar a Akane, la situación también escala entre Ranma y Mikado. Ahora, Ranma y Akane se enfrentan a Azusa y Mikado; el problema es que, si bien Akane se desenvuelve con bastante soltura sobre el hielo, Ranma se mueve con la gracia de un niño pequeño tambaleante.
Dos cosas me encantaron especialmente de este arco: Primero, como ya he mencionado, es uno de mis favoritos de la serie antes de la introducción de mi personaje predilecto, y aún nos queda un tiempo para verlos. Segundo, Azusa y Sanzenin tienen las voces de Aoi Yuuki y Mamoru Miyano, dos de los actores de doblaje más divertidos de Japón actualmente.
Últimamente, hemos escuchado a Yuuki más en su modo más áspero, casi de gremlin, como en personajes como Maomao o con su voz más aniñada. Por supuesto, como Azusa, cambia a un tono mucho más femenino, mucho más al estilo de una "Ojousama" de lo que hubiera esperado de sus voces agudas. Miyano, por otro lado, da vida a una multitud de personajes, pero siempre permanece fiel a sí mismo.
Como Sanzenin, es desternillante, alternando sin esfuerzo entre unos modales suaves y encantadores y un tono irritado, casi susurrante.
También quiero destacar el diseño de sonido de las escenas de patinaje artístico: cada personaje se siente diferente sobre los patines, y junto con la animación realmente desternillante de Ranma y Ryoga chapoteando torpemente sobre la superficie del hielo, demuestra el cuidado que se puso en la implementación acústica de los patines. Sanzenin, Azusa y Akane se deslizan por el hielo como patinadores experimentados, acompañados por un sonido continuo de deslizamiento.
Ranma, que ha practicado un poco pero aún se siente claramente inseguro, produce un sonido arrastrado al avanzar un pie a la vez. Ryoga, por otro lado, como un tipo que confía en la fuerza bruta, golpea y arrastra los pies.
Sanzenin es, en cierto sentido, de la misma pasta que Kuno, si bien como un tipo diferente de amenaza. Es un mujeriego descarado que se cree el regalo de Dios para las mujeres: guapo, talentoso y un auténtico encantador. Besa a cada chica que le parece mona, dando por sentado que le estarán agradecidas por su atención. A juzgar por su popularidad entre sus compañeras de clase, a menudo acierta, pero ni Akane ni Ranma están interesadas en sus avances.
Al igual que con Kuno, Takahashi utiliza la comedia para destacar la interacción entre masculinidad, feminidad y agresión sexual, porque la afición de Sanzenin por besar sin consentimiento es, sencillamente, una agresión.
Akane reacciona con ira, diciendo que si Ranma no le hubiera lanzado esa torta de pescado, ella misma le habría dado una buena paliza. Al fin y al cabo, está acostumbrada a los avances no deseados de los hombres y tiene muchas formas de defenderse.
Ranma, por otro lado, no está tan familiarizado con ello. Aún se está acostumbrando a ser percibido como una mujer, incluso si ya empieza a usarlo a su favor en ciertas situaciones. Así que, cuando Sanzenin irrumpe, Ranma no sabe muy bien cómo evaluar ni cómo evitar la situación, y termina siendo besado.
Esto es tremendamente humillante. Sale corriendo llorando, solo para ser objeto de burlas por parte de su padre y la familia Tendo. Hay mucho que interpretar aquí, especialmente considerando que nadie se lo toma en serio después de que se descubre que fue otro chico quien "forzó" el beso. Sanzenin, por otro lado, interpreta la huida llorosa de Ranma como timidez, aunque Ranma lo rechaza claramente.
¿Cuántos hombres cometen agresiones sin siquiera darse cuenta porque nunca se les enseñó correctamente lo que significa el consentimiento? La suposición de que todo es un "sí" porque no pueden imaginar que una chica pueda decir "no"; así es como piensa Sanzenin, mientras que Azusa hace mucho que se ha dado cuenta de que las chicas simplemente le odian.
Una pequeña frustración: al igual que en el arco de gimnasia rítmica, Akane vuelve a ser relegada a un segundo plano. ¡Lo cual es una pena, porque era realmente buena!
Sé que Ryoga y Ranma son desternillantes juntos, y la imagen de Ryoga con su pequeño collar de "Charlotte" siempre me hará reír, pero Akane realmente merecía una victoria aquí.
Es una de las pocas oportunidades en las que es más fuerte que quienes la rodean, pero, lamentablemente, ese triunfo le es arrebatado de nuevo porque el potencial de comedia física de la torpeza de Ryoga y Ranma eclipsa la oportunidad de una acción realmente buena basada en el patinaje. Lamentablemente, eso no va a cambiar ni a corto plazo, o quizás nunca.
Aunque Akane no tenga la oportunidad de brillar de verdad, este es, sin duda, uno de los mejores arcos argumentales que los primeros volúmenes de Ranma ½ tienen para ofrecer.